La campaña 1978/79 fue el reflejo de lo que fue la irregular década valencianista, equipacion seleccion española pero con un flamante final. Todo fue bien hasta que tocó usar la segunda equipación, para la que Le Coq no había empleado la misma tecnología. Llegaron Moya, Vlaovic, el millonario fichaje de Karpin por 1.000 millones de pesetas, se repescó al central Iván Campo y llegó también un desconocido delantero argentino de Racing de Avellaneda apodado «El Piojo», Claudio López, que en un principio fue motivo de bromas pero terminó marcando una época en el valencianismo.